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Cómo Acompañar a los Niños en el Proceso de Duelo


En nuestra sociedad tendemos a sobreproteger a los niños, evitando que enfrenten situaciones que puedan causarles dolor emocional. Sin embargo, los niños, al igual que los adultos, viven sus propios procesos de duelo dependiendo de su edad y del tipo de pérdida que hayan sufrido, ya sea la de un padre, una madre, un hermano, una mascota, o incluso un amigo.

El concepto de la muerte se desarrolla en los niños conforme crecen, y su comprensión está directamente relacionada con su edad. Aquí te compartimos cinco conceptos clave que debes tener en cuenta al acompañar a un niño en su duelo:

  1. No funcionalidad: Cuando una persona fallece, su cuerpo deja de funcionar, ya no puede moverse, hablar o sentir.

  2. Permanencia: La muerte es para siempre.

  3. Irreversibilidad: Una vez que alguien muere, no puede volver a la vida.

  4. Inevitabilidad: La muerte no se puede evitar.

  5. Universalidad: Todo ser vivo, en algún momento, experimentará la muerte.

Acompañar a los niños durante este proceso requiere una comprensión profunda de estos conceptos y cómo se manifiestan según la edad del niño.


El Duelo en Niños Pequeños (0-6 años)

Durante la primera infancia, los niños no tienen una comprensión clara de lo que es la muerte. Los bebés pueden mostrar ansiedad ante la ausencia de la persona que los cuida y captar el dolor de quienes los rodean. Entre los 2 y 3 años, aunque no entienden del todo la muerte, pueden reaccionar ante la separación y mostrar curiosidad por lo que ocurre. A esta edad, suelen igualar la muerte con la inmovilidad.

Entre los 3 y 5 años, los niños pueden sentir miedo a la separación de sus padres y seres queridos. Personalizan la experiencia, llegando a creer que la muerte es un castigo por algo que dijeron o hicieron mal. En esta etapa, piensan que la muerte es reversible y que la persona fallecida aún conserva cualidades de los vivos.

Conductas comunes en esta etapa:

  • Llanto frecuente

  • Aferrarse a sus cuidadores

  • Dificultades para dormir o comer

  • Conductas regresivas (como chuparse el dedo)

  • Rabietas o explosiones de irritabilidad

  • Aislamiento o comportamiento desafiante

¿Cómo ayudar? Es fundamental mantener las rutinas a las que el niño está acostumbrado, brindarle cariño y protección. A partir de los 2 años, es útil ofrecer explicaciones simples usando ejemplos de la naturaleza. También es importante asegurar que el niño se sienta cuidado y animar la expresión de sus emociones a través del juego, la pintura, o incluso gritar o romper papel.


El Duelo en Niños de 6 a 12 años

Entre los 6 y 8 años, los niños empiezan a ver el mundo desde la perspectiva de sus compañeros y otros adultos, lo que influye en su manera de interpretar la muerte. A menudo piensan que la muerte es reversible. No obstante, a partir de los 9 años, su comprensión de la muerte es mucho más madura: la ven como algo permanente, inevitable y universal.

Conductas comunes en esta etapa:

  • Llanto frecuente

  • Tristeza, rabia o irritabilidad

  • Dificultades para dormir

¿Cómo ayudar? Anima al niño a participar en actividades relacionadas con los ritos funerarios o conmemorativos, pero sin obligarlo si no lo desea. Ofrece apoyo emocional y escucha atenta para ayudarle a procesar sus emociones.


Conclusión

Para apoyar a un niño en su proceso de duelo, es crucial adaptar nuestras palabras y acciones a su etapa de desarrollo, brindándole un entorno seguro y lleno de cariño. Un lenguaje sencillo y el apoyo emocional de la familia serán fundamentales para que el niño pueda transitar este difícil proceso.

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